Miedo.

Sí exactamente, eso es lo que siento. Miedo a perder todo lo que tengo, miedo a no ser nadie para las personas que más quiero, miedo a que parezca que quiero dar lástima, miedo a fallar a los que más quiero, miedo a provocar que esa gente se vaya de mi lado. Miedo a que todo me salga mal, que sea cierto que soy una desgraciada. Miedo a que sea cierto todo lo que se me pasa por la cabeza. Miedo a mostrar lo que pienso, por miedo a que se cumpla. Miedo a luchar por gente que jamás luchará por mí, miedo a perder todo por lo que hace más de 8 meses que lucho. Miedo a no conseguir ninguno de mis sueños, a no poder ayudar a los que me necesitan. Miedo a no tener a esa inocente niña que antes habitaba en mí. Miedo a perderlo todo, a ser como un cero a la izquierda o como un miserable peón. Por que siempre he pensado que servía para algo, no para mucho pero sí para algo. Siempre me ha quedado un poco de confianza en mí, quizás hasta he llegado a confiar en mi, porque alguien me dijo que podía hacerlo, lo hice y no fallé... pero de repente desde esa noche tan rara todo ha cambiado... ya no tengo ganas de nada.. ni de reír, de hablar, estudiar... nada ni si quiera de luchar por lo que deseo. Ni si quiera por llegar a esas metas tan, difíciles. Solo tengo ganas de pedir 6 cosas a cada una de esas 6 personas que siempre me sacan de ahí. Pero no puedo, es muy superior a mí. Sería caer bajo, siempre he pensado que tengo que ayudarlos yo a ellos no ellos a mí. Por que yo siempre he pensado que yo nunca me merezco nada bueno, sino al contrario todo lo malo. Por eso me dedico a intentar que el resto del mundo sea feliz. Me siento tan débil, tan desganada... tan ... uno de mis deseos es abandonarlo todo y salir huyendo de mi realidad por que todo... absolutamente todo es un desastre. A veces pensamos que llorando todo se pasa... que las lágrimas son cada una de nuestras penas y que una vez que salen y se esfuman ya está... todo perfecto. Pero no es así, desde aquella noche no hago otra cosa que llorar. Creo que soy la persona más débil que este mundo ha pisado. La persona más...en fin no tengo palabras para ello. Pero solo espero que no se percaten de ello las personas que yo más quiero, porque si ellos se preocupan por mí, yo.. me derrumbaría... y no podría ocultar nada :(.