El principio.

Un revoltijo de pensamientos que te invaden, que no sabes que hacer. Que te sientes sola y que ni si quiera tus amigos te sirven de ayuda. Esa sensación que tienes de que todo se te viene encima, de que es demasiado grande para ti. De que eres una persona débil que no puede con todo lo que se le viene encima, esa envidia de no tener orgullo alto ni tampoco dignidad para poder plantarle cara a los problemas y mandarlo todo cerca. Que ya no te sirven esos cuentos chinos de que pronto llegará la felicidad, de que tienes que ser feliz o que tienes que esperar. No, ya estás harta de esperar, de aguantar con todo. Y es que nadie te entiende y nunca lo harán. Por que tú eres diferente a las demás, porque tú tienes tus pensamientos, tú tienes tus ideas. Tus sensaciones, tú eres esa chica que hasta viendo una película disney le encuentra ideas reales a todo, tú eres la que le das tantas vueltas a las cosas que al final encuentras respuestas, tú eres esa chica que tiene que preguntarlo todo aunque no estés preparada para la respuesta. Tú eres esa chica que está harta de ser utilizada por el resto del mundo y estás harta de ver como todos tus sueños se desvanecen. Tú eres esa chica que no le gusta para nada su forma de ser, pero que también tiene sus cosas buenas. Tú eres cariñosa y te encanta hacer feliz a los demás. Eres esa chica que es feliz con muy poco, con un te quiero, unas simples palabras, con un pequeño detalle como lo puede ser una carta. Pero sin embargo aunque te cueste admitirlo el único sitio en el que te sientes segura, es en tu habitación encerrada acostada en tu cama y mirando al techo. Sí, y es así. Por que sientes que aunque haya gente a la que quieres más que tu vida, también hay problemas con esas personas, y no va nada perfecto y tu habitación es tu confidente más íntima porque ella presencia cada uno de tus actos. Sí, aunque parezca triste... tu habitación es tu sitio. ♥ Pero lo que tú no sabes, es que todo ese revoltijo de pensamientos solo es el principio de una gran batalla que tú y solamente tú deberás luchar... sola.